A México no le gusta la tibieza: Xóchitl Gálvez debe redefinir sus estrategias si quiere ser una candidata competitiva

En el marco de las precampañas rumbo a las elecciones presidenciales de 2024, la candidatura de Xóchitl Gálvez ha estado marcada por una serie de estrategias que buscan conectar con diversos segmentos de la sociedad mexicana. Sin embargo, hasta el momento, estas tácticas se enfrentan a la carencia de una posición política contundente.

Santiago Creel Miranda, figura clave en la campaña de Gálvez, ha sido señalado como uno de los responsables de esta estrategia ambigua. Con una destacada trayectoria en el Partido Acción Nacional (PAN) y recordado por su papel en la victoria de Vicente Fox en 2000, Creel busca replicar el éxito, pero la falta de una posición clara se ha convertido en un obstáculo.

Siguiendo el legado de la campaña de Vicente Fox, el equipo de Xóchitl Gálvez ha priorizado tres aspectos fundamentales: la presentación de una candidata cercana al pueblo, con un estilo auténtico y lenguaje coloquial; la adopción de un enfoque opositor con frases impactantes, recordando la estrategia de Fox con su opositor Labastida; y la incorporación de un toque de controversia, a veces rozando lo insólito.

No obstante, Xóchitl Gálvez enfrenta un panorama distinto a las anteriores elecciones del PAN. Compite con una fuerte adversaria respaldada por el Estado, que emplea un discurso centrado en los sectores marginales, adultos mayores, simpatizantes del obradorato y una explotación del desencanto generalizado hacia el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN).

El dilema de Gálvez radica en definir su ambigüedad. ¿Debe distanciarse de los partidos con los que hace alianza, ya que se encuentran cargados de demasiada animadversidad? ¿Debería apoyar o rechazar contundentemente los discursos del actual gobierno? Son preguntas cruciales que deben ser abordadas para evitar la percepción de incongruencia o tibieza en la candidata.

La sociedad mexicana no perdona ninguna de estas dos, y Gálvez, cuenta con los elementos necesarios para caer en una campaña ambigua y sin una estrategia clara. Sin embargo, este periodo de precampaña es excelente para que Xóchitl Gálvez y su equipo pueda redefinir sus objetivos y establecer las características que le permitan ser una candidata competitiva en las próximas elecciones presidenciales.

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