A casi un mes del devastador paso del huracán Otis, Acapulco, Guerrero, lucha por recuperarse. La tragedia ha dejado a muchos sin vida, sin hogar y sin negocios, y a pesar de los esfuerzos de los residentes por reconstruir, la falta de respuesta del Gobierno Municipal de Acapulco está frenando el proceso de recuperación.
El 13 de noviembre, los habitantes de Acapulco se enfrentaron a una nueva adversidad al denunciar la ausencia de carros de recolecta de basura proporcionados por el Municipio. Desesperados, los residentes se congregaron para arrojar sus desechos frente al Ayuntamiento, una expresión pública de su frustración ante la falta de servicios esenciales. La basura se ha convertido en uno de los problemas más apremiantes para Acapulco, ya que los camiones recolectores no están operativos, obligando a los habitantes a desechar sus residuos en las calles o recurrir a la quema, generando malestar entre los vecinos debido al mal olor y el humo.
El descontento con la actual presidenta municipal, Abelina López Rodríguez, ha llevado a los habitantes a expresar su indignación a través de carteles que cuelgan en diversos puntos de la ciudad. Las quejas se centran en la falta de respuesta y atención a las necesidades de los vecindarios afectados por el huracán y sus consecuencias.
En respuesta a la creciente presión ciudadana, el Gobierno Municipal anunció la implementación de un operativo para limpiar las calles y recoger la basura acumulada. Se han desplegado brigadas con el objetivo de abordar la recolección de todo tipo de desechos y restaurar la normalidad en la ciudad.
Acapulco busca ahora no solo reconstruir sus estructuras físicas, sino también recuperar la confianza en las autoridades locales y federales. A medida que la ciudad se esfuerza por superar los estragos del huracán, la colaboración efectiva entre la el Gobierno Municipal y Federal se convierte en un desafío para los residentes del lugar.
