Las facciones se refieren a grupos o divisiones dentro de un partido político, movimiento o grupo de presión. Se han observado facciones en el PRD, el PAN e incluso el PRI en algunos momentos de su historia.
En Morena, aunque existían intereses opuestos, todos estaban alineados con el mandato de su líder principal, el presidente Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, tras las recientes declaraciones de Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum el 14 de noviembre, parece ser que la realidad ha cambiado.
Marcelo Ebrard, el 13 de noviembre, mencionó lo siguiente:
“No voy a cambiar mis convicciones, ni voy a cambiar de partido, ni voy a dejar de luchar por lo que yo creo” […] “podemos formar parte como es debido de una coalición de fuerzas, no de una uniformidad sometida.”
En su misma cuenta de X (antes Twitter), expuso lo siguiente:
Estas palabras, además de señalar su permanencia en el partido, abren la puerta para la creación de una facción o un grupo de fuerzas, denominada la Segunda Fuerza, dentro de Morena contrario a los intereses de la precandidata Sheinbaum.
Ante esta declaración, el 14 de noviembre, Claudia Sheinbaum mencionó lo siguiente:
“No puede ser la segunda fuerza, ni la tercera fuerza, ni la cuarta fuerza, porque Morena es una fuerza” […] “Cuando se creó Morena, existen estatutos que establecen que la afiliación es individual y directamente prohíben la existencia de corrientes.”
Es evidente que Ebrard quiere regresar a Morena, pero bajo sus propias reglas. No obstante, sus declaraciones anteriores hacia el partido lo han dejado sin el apoyo que antes tenía, especialmente al oponerse abiertamente a los intereses de la precandidata Sheinbaum, y mencionar la creación de una coalición de fuerzas dentro del partido.
