En el Proceso Electoral Federal de 2011-2012 en México, la estrategia electoral se destacó por la innovadora utilización de spots políticos y campañas negras dirigidas a desacreditar a los candidatos presidenciales. En esta contienda, Enrique Peña Nieto del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se enfrentó a Andrés Manuel López Obrador del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Ambos candidatos implementaron estrategias distintas, pero la atención se centró en la habilidad de Enrique Peña Nieto para utilizar spots políticos como una herramienta clave en su camino hacia la victoria. A diferencia de López Obrador, conocido por su discurso incendiario y capacidad de conectar con las masas, Peña Nieto se destacó por la edición cuidadosa en sus videos, creando una imagen de propuesta viable y un discurso fluido y coherente.
La estrategia se centró en spots políticos de corta duración, locaciones representativas de México, vestimenta formal pero relajada, y un lenguaje simple pero efectivo. Estos videos sirvieron para ocultar las debilidades de Peña Nieto al hablar en público y fueron fundamentales para su ascenso al poder.
Esta estrategia podría ser la piedra angular en la precampaña de Xóchitl Gálvez, candidata de la coalición PRI-PAN-PRD, para las elecciones de 2024. Al contrario de Claudia Sheinbaum, quien sigue la estrategia de López Obrador en 2018, Gálvez apunta a ser una candidata de spots políticos.
Los videos publicados en las redes sociales de Gálvez se centran en comunicados, opiniones y otros contenidos presentados de forma breve y concisa. Este enfoque busca generar la misma respuesta favorable que Peña Nieto en 2012.
Sin embargo, la estrategia de Gálvez también destaca su dificultad para comunicarse en vivo. Un incidente reciente durante un mitin frente al Monumento de la Revolución el 12 de noviembre, reveló su incapacidad para improvisar cuando se apagó el teleprompter, dejándola sin palabras.
Este enfoque estratégico resalta el papel central de los spots políticos en la campaña de Xóchitl Gálvez, evidenciando similitudes con la estrategia exitosa de Peña Nieto en el pasado. ¿Será que tendrá el mismo impacto?