En un violento episodio, la población de Texcaltitlán, Estado de México, se vio envuelta en un enfrentamiento violento con miembros del grupo criminal conocido como la “Familia Michoacana”. La confrontación, que se desencadenó a raíz de supuestas extorsiones y cobros ilegales por parte de la organización criminal, dejó un saldo trágico con al menos 14 muertos, según informes oficiales.
Videos impactantes que circularon en las redes sociales documentan el momento en que los pobladores, cansados de la presunta extorsión, se enfrentaron a los criminales con valentía, utilizando armas de fuego y machetes. La cruenta contienda resultó en la muerte de 11 presuntos miembros de la “Familia Michoacana” y tres civiles, residentes locales que se vieron atrapados en medio del caos.
Las imágenes difundidas revelan escenas impactantes, donde los pobladores decidieron quemar los cuerpos de los criminales e incendiar sus vehículos, algunos de los cuales llevaban a individuos disfrazados como miembros del ejército. Se insta a la precaución al visualizar este material gráfico, dada su crudeza.
En un comunicado oficial, la Secretaría de Seguridad del Estado de México informó que se tiene conocimiento de cuatro personas más lesionadas por proyectil de arma de fuego y de dos más desaparecidas. Se desplegaron efectivos de la Policía Estatal, con el respaldo de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la Guardia Nacional (GN) y la Fiscalía General de la Justicia del Estado de México (FGJEM). Estas entidades colaborarán para recopilar información crucial, advirtiendo que los datos actuales son preliminares y se comparten con la ciudadanía para su conocimiento.
La investigación está en marcha, y se promete informar de manera continua a medida que se obtenga más información, respetando las actuaciones ministeriales necesarias. La comunidad de Texcaltitlán enfrenta un panorama preocupante, y se espera que estas acciones violentas generen un llamado urgente a la unidad entre el sector gubernamental y las autoridades correspondientes para evitar posibles represalias en esta comunidad.
La situación subraya las consecuencias de una población cansada y abandonada por las autoridades encargadas de velar por su integridad. En este escenario, la única opción que parecía disponible era impartir justicia por cuenta propia, exponiendo así sus vidas y las de sus familias para liberarse de años de extorsión.
Se destaca la cruda realidad de comunidades que se ven obligadas a tomar medidas extremas debido a la falta de protección y atención por parte de las instituciones gubernamentales. La desesperación lleva a la ciudadanía a enfrentarse directamente a amenazas criminales, evidenciando la urgente necesidad de abordar las carencias en la seguridad y la confianza en las autoridades para prevenir la repetición de tales actos, así como posibles represalias.